Las estrictas dietas a las que se someten los pilotos más corpulentos de la Fórmula 1 para perder peso –y compensar así el que no lograron quitar los ingenieros del auto– fueron el disparador de esta nota.

Han cobrado notoriedad a partir de los desvanecimientos, deshidratación e incluso internación en centros de salud de algunos protagonistas.

Intentando conocer en mayor profundidad los desafíos que enfrenta en su preparación cotidiana un piloto de élite, El Observador contactó a Alessandro Bezzi, entrenador de Santiago Urrutia y uno de los responsables del Driver Program Center, un centro altamente especializado en la preparación de pilotos en Forli, Italia.

Las dietas, el entrenamiento físico y mental, además de algunos factores clave en la preparación de un piloto profesional fueron los elementos centrales de esta entrevista.

Alessandro, ¿puede describir la rutina física de un piloto? La de Santiago es válida como ejemplo.
Sin dudas Santiago tiene un programa de entrenamiento intensivo semanal, que ocupa todo su día.  Usualmente comienza por la mañana, con 2 a 4 horas de ejercicio físico que puede constar de bicicleta, gimnasio con pesas, natación o deportes que estimulen la reacción.
La tarde se ocupa normalmente con entrenamiento mental, prácticas en el simulador, actividades que trabajen sobre la postura o ejercicios que estimulen la fuerza física y la regulación térmica.  También la recuperación después de una actividad extenuante es relevante.

¿Existen zonas del cuerpo que un piloto de Fórmula debe entrenar más?
Un auto de Fórmula se maneja con todo el cuerpo, no solamente una parte de él.
Soporta fuerzas G con el cuello, los hombros y los músculos trapezoidales. La carga de frenado ces con las piernas.  Se mantiene equilibrado con el tronco y opera la dirección (que en muchos casos no es asistida) con ayuda de los pectorales. Requiere un gran trabajo de resistencia tanto en la zona alta del cuerpo como en las piernas. Pero, de hecho, el músculo más importante que debe ser entrenado es el corazón. Cuanto más potente es, más se pueden bajar los latidos durante la carrera que pueden alcanzar los 200 por minuto en la largada.

¿Cómo se puede desarrollar masa muscular sin incrementar innecesariamente el peso?
Trabajando sobre la resistencia y manteniéndose siempre a dieta. Apenas unos pocos ejercicios son para ganar masa muscular.

La fuerza aun es necesaria porque existen autos sin dirección asistida.
Adicionalmente, las fuerzas G frontales y laterales ponen una gran carga sobre los músculos del cuello y los hombros.

¿Existe una dieta ideal para un piloto de Fórmula?
No. Cada persona tiene su estructura física, su tipo de sangre, algunas comidas frente a las que es más o menos intolerante y ciertos hábitos, que si se quitan, crean demasiado stress”.
Somos similares psicológicamente, pero metabólicamente diferentes. Por eso cada persona asimila lo que ingiere de manera diferente.

¿Tiene opinión formada sobre las dietas de deshidratación que siguen algunos pilotos de Fórmula 1 para perder peso ?
Los pilotos deben beber antes y durante la carrera una solución bien balanceada de sales minerales.  Si es escasa, el piloto sufrirá calambres musculares, si es excesiva tendrá náuseas y mareos.

¿Cree que la seguridad se ve comprometida con este tipo de dietas agresivas?
Las dietas agresivas siempre generan estrés en el cuerpo. Por lo tanto un piloto que siga este tipo de dietas siempre tendrá problemas y nunca se desempeñará al 100%.

Para terminar, ¿cuáles serían los factores claves en la preparación de un piloto?
Hay un par de cosas que sólo algunos entrenadores saben y por lo tanto practican: del entrenamiento mental depende el 60% del éxito y el resto de la atención –y del estudio– de las fuerzas G en el cuerpo humano. Las fuerzas G alteran el flujo normal de sangre en venas y arterias. Por esta razón, algunas partes del cuerpo bajo presión sufren de falta de oxígeno aun cuando el piloto se encuentre respirando normalmente.
Es necesario ejercitarlas específicamente, para mantenerse en mejor estado pero, contarte cómo, ¡sería revelar demasiados secretos!